Ficciones y Territorios
Arte para pensar la nueva razón del mundo
Exposición del 26 de Octubre de 2016 al 13 de Marzo de
2017
Edificio Sabatini, Planta 3
Comisariado:
Manuel Borja-Villel, Cristina Cámara, Beatriz Herráez, Lola Hinojosa y Rosario
Peiró
Sofía Abelaira Barrera Orosa
El caos del Museo Reina
Sofía a veces es maravilloso, como ejemplo de ello tenemos Ficciones y Territorios. Esta exposición se
desarrolla de forma laberíntica a lo largo de la tercera planta, obligándote a
pasar una y otra vez por las mismas salas, encontrando en cada uno de esos
caminos una nueva forma de ver. Este laberinto es un regalo envenenado, nos
permite desarrollar la exposición según nos vaya pidiendo el cuerpo,
preguntándonos qué es lo que encontraremos en la siguiente sala, intentado
descifrar el mensaje y la correlación con la anterior. Es envenenado porque
esto también lleva al caos, al desarrollo de ideas enmarañadas, pero es un caos
poético y entrelazado, este caos nos invita a reflexionar sobre la nueva razón
del mundo. La enorme cantidad de obra que encontramos en el desarrollo de la
exposición es otro regalo envenenado, por un lado es maravilloso poder ver
tanto, pero la asfixia de proliferación de obras te lleva a desdibujar las
salas y a terminar pasando por ellas velozmente. Es una exposición que requiere
mucho tiempo, mucha entrega pero a cambio te permite entrar en el laberinto,
perderte entre las salas, olvidarte del mundo exterior y entrar en trance, una
sala, luego otra, una obra, luego otra, y de repente te encuentras.
La
exposición tiene un claro mensaje político, hace referencia al neoliberalismo y
sus efectos, a la globalización, la especulación inmobiliaria, la migración, etc.
Estos diferentes discursos se desarrollan a lo largo de ocho secciones donde se
sitúan obras que te incitan a posicionarte. Las obras y su disposición en la
sala provocan que te coloques como agente crítico, puedes tomar distancia y
situarte como espectador ante discursos tan cercanos como los que vivimos a
diario. El leitmotiv de esta exposición es el gran número de videos que encontramos
en ella, algunos de más de una hora, esto te hace imposible verlos enteros y no
queda claro el mensaje que encierran. Lo mismo podríamos decir del gran número
de obras, esto nos lleva a relacionar el gran número de material expuesto con
la intención de exponer todo el material adquirido por el Reina Sofía a partir
de los 80, es más, en ocasiones parece que prima esta intención por encima del
discurso expositivo.
La
obra que ejemplifica de mejor manera todos estos aspectos que vengo destacando
es Analogue (Analógico) de Zoe
Leonard. En esta composición encontramos un total de 412 fotografías que
desarrollan un discurso a lo largo de 25 capítulos. Representa la acumulación,
además de tener tamaño descomunal debes de tomarte tu tiempo para verla, estas
son las principales características que también encontramos en Ficciones y
Territorios. Esta obra (cómo la gran mayoría de la exposición) tiene un fuerte
discurso político, hace referencia a la globalización. Las fotografías se
colocan a lo largo de un enorme pasillo blanco que alude a ese espacio
atemporal que encontramos en toda la exposición. El estar colocada en la
primera sala lo convierte en un excelente aperitivo de lo que vendrá después,
aunque además también es el plato fuerte.
Esta exposición es un compromiso, requiere de mucho tiempo y dedicación,
pero si se adquiere esta responsabilidad y se le dedica el tiempo que pide
puede llegar a plantar en ti la reflexión. Esta exposición hace que entres en un
espacio neutral en el que no existe el tiempo. Piérdete entre sus salas, entra
en trance y piensa profundamente en el mundo que te rodea. En los discursos que
vivimos todos los días, en el arte que significa algo y que sirve para algo, y
cuando salgas de este espacio no te quedes indiferente. Mi consejo querido
espectador, es que vivas el viaje.
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