Cabello/Carceller – Borrador para una exposición sin título (cap. II).
Centro de Arte Dos de Mayo
20 de enero – 7 de mayo
Karim Gómez Giralde
Hace más de 40 años comenzó algo que a día de hoy
seguirá siendo el pan de cada día, la reivindicación de la sexualidad, la
destrucción del género binario, la libre elección de elegir quien quieres ser o
directamente no ser juzgado por tu sexo. Son muchas las exposiciones que se ha
realizado a lo largo de la historia para contribuir a esta lucha y llegar a
todo tipo de público una reivindicación que juega con todo tipo de
herramientas, en este caso la herramienta será la producción de Helena Cabello
y Ana Carceller que a lo largo de su carrera han utilizado tanto escultura,
como pintura, fotografía, instalaciones, perfomances para reivindicar la
cuestión de género y apoyar la teoría queer. Uno de los recursos que vemos en
la exposición es el de utilizar el lenguaje de la cultura de masas, jugar con
personajes reconocibles de la mass media para cambiarles el género, siendo un
ejemplo de cómo influencia en el trasgénero, como se ve en el caso de travestis
famosos en los que siempre imitan un estilo o un modo de vestir o ser de
alguien famoso, es jugar con ese rol para mostrar un género distinto al que
nació y con el que se siente más cómodo.
La violencia también está
presente en la exposición, una pared llena de nombres, solo algunos de los
tantos nombres que debería aparecer, de cómo la lucha es necesaria pues a lo
largo de estos años miles de personas han muerto a causa de la violencia
homofoba que existe, insultos que se convierten en puños e incluso en armas,
acabando con la vida de personas que no se sentían identificados con su sexo
marcado por sus partes genitales. Como si de un memorial de personas que dieron
su vida por la causa, estos nombres están aquí para recordarnos que la lucha
debe seguir.
Siguiendo la
reivindicación tenemos en el comienzo de la exposición una fotografía en la que
las artistas aparecen como meando en un urinario de pie, es decir, juegan con
el papel de una mujer utilizando el baño de hombres, con esta idea de que el
baño es de todos, el centro 2 de mayo cuenta con baños sin género, es decir son
baños a los que cualquier sexo puede entrar sin ninguna distinción sexual, algo
que siempre se ha pedido por parte de los colectivos, por lo tanto la obra encaja
perfectamente en el espacio. A la exposición le sigue una serie de videos en el
que destaco el de Bollos, en la que ambas artistas aparecen comiendo unos
bollos, hacen un juego de comerse los insultos homófobos que se suelen emplear
constantemente para insultar al colectivo LGTB, y ellas le dan un significado
de comerse los insultos e incluso utilizarlo en su vocabulario como sinónimo de
que no hay miedo a este tipo de adjetivos vulgares. Mientras la lucha
transcurre en las paredes del CA2M seguiremos recordando a Divine en Pink Flamingos provocando al espectador
con actos como el comerse una mierda de perro o tendremos en mente el dialogo
final de Con faldas y a lo loco en la
que como Joe Brown le dice a Jack Lemmon, ¿Pero es que no me comprendes?: ¡soy
un hombre! Y a lo que le contesta Nadie es perfecto, tras enseñarle que lleva
una peluca y no es una mujer. Y es así como poco a poco llegaremos, a intentar
al menos, poder combatir y ganar un terreno en el que no debería existir una
lucha, en la que cada uno es como es independientemente si mea de pie o
sentado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario