Lesbianas y feministas

Borrador para una exposición sin título  (CAP.II) Cabello/Carceller

Centro de Arte Dos de Mayo

20 enero- 7 mayo 2017

Comisariado – Manuel Segade                                                        Nerea Modrego González 

El Centro de Arte Dos de Mayo, abrió sus puertas el día 20 de enero a la exposición un Borrador para una exposición sin título  (CAP.II) Cabello/Carceller. Una reivindicativa visión sobre género en lo más profundo del centro de Móstoles. Se trata de una visión al pasado de la gran producción de estas dos artistas, desde sus comienzos hasta el día de hoy. Sus obras se contextualizan desde las guerras culturales hasta las revueltas sociales contra el regreso al orden neoliberal de los últimos años. Su orientación sexual, el feminismo y la reivindicación social son los principales pilares de sus creaciones. La exposición comienza poniéndonos sobre la mesa su amplia trayectoria, lugares y obras donde han expuesto. Esta exposición es la primera revisión retrospectiva de su producción después de su exposición en el pabellón español de la última Bienal de Venecia. La visibilidad de la condición sexual y en este caso de su condición como lesbianas, la encontramos en todas sus obras, desde el comienzo, con una de ellas llamada “bollos”. Un claro mensaje al público homófobo, “soy lesbiana, bollera, tortillera y tú opinión me da igual”.

La exposición es un juego de diferentes prácticas artísticas, utilización del video, la foto, instalaciones, con ello consiguen situarte en una atmósfera un tanto teatral en ocasiones. Espacios diferentes para diferentes cosas pero que a la vez tienen un hilo conductor, su propia historia. Las obras antiguas tienen que ver en las obras actuales, y no solo su historia lésbica, sino su historia como grupo artístico. Demanda su posición dentro de la producción de arte como pareja no como un artista solo. Aparecen obras que están en otras obras, a las que se les hace alusiones. La utilización de agentes externos como por ejemplo actores, dentro de sus obras audiovisuales, hace que sean dinámicas. Una demandad a la aceptación de las minorías socio-políticas, de los desterrados, los que han sido vapuleados por las conveniencias y la opresión social. En sus obras define, pone cara y cuerpo a draks, queer, lesbianas, trans… y mezcla situaciones cotidianas junto con un doble mensaje, en ocasiones irónico. El estilo tomboy, más que presente en sus fotografías, una forma de ver a la mujer des-feminizada, sin seguir los estereotipos marcados sobre el feminismo. Una mujer con un carácter y aspecto masculino, que en más de una ocasión les quita el protagonismo a esos hombres que imitaban en sus fotos. La belleza de lo andrógino, posicionado en la cima de la estética femenina. Obras fotográficas en las que las modelos posan imitando fotografías míticas de hombres en el cine, desde Billy Elliot hasta James Deam.

En mi opinión han hecho de su condición el punto fuerte de su producción, somos lesbianas y reivindicamos nuestra posición. Hasta a día de hoy tu orientación sexual define tu situación económica, el trato que te dan las personas, incluso un posible trabajo. Existen cláusulas laborales para personas que están en los medios de no salir del armario públicamente para no perder fama. Estas dos artistas han luchado desde sus inicios con su verdad por delante sin ocultar su orientación. ¿Es una exposición de tu vida privada o es una reivindicación? Pero sin esa  reivindicación muchas personas seguirían apartadas de la sociedad, ya no hablamos de lesbias o gays, también personas trasn-género o, incluso, personas de otras razas. Una cosa es que exista visibilidad y otra muy diferente es que exista aceptación, la realidad de esta exposición es que,  a mi parecer, pasará inadvertida a ojos que no entiendan su realidad. La realidad de miles de personas que se encuentran discriminadas por ser una minoría, por no tomar los roles establecidos por quién sabe quién.