martes, 14 de febrero de 2017

El fin del pasado presagia el futuro.

Ficciones y territorios.
Arte para pensar la nueva razón del mundo.

Museo Nacional de Arte Reina Sofía.
Edificio Sabatini.
Comisariado: Manuel Borja-Villel, Cristina Cámara, Beatriz Herráez, Lola Hinojosa y Rosario Peiró.
Del 26 de Octubre de 2016 al 13 de Marzo de 2017.


En los espacios del interior de los museos de arte contemporáneo se ofrecen, tanto al público más como al menos exigente, toda una gama de obras artísticas que de forma explícita o implícita responden a determinados acontecimientos transformadores de los medios sociales, políticos y culturales, los cuales componen unas sociedades nuestras que como muestra la exposición están tendiendo cada vez más a lo que se ha venido a llamar la globalización. La unificación en una sola sociedad que sea común para todos los individuos y esté regida por el sistema neoliberal. Este proceso hacia la globalización, usa como componente aglutinante, con el fin de diluir las diferencias entre todo tipo de personas, sin importar lenguas, religiones, tradiciones, concepciones culturales, etc; elementos como la ciencia o el poder del consumismo. De manera que incluso lo considerado diferente u ''otro'', como tradicionalmente han sido las mujeres, los indígenas o las masculinidades otras, sea integrado, mediante un proceso de normalización, dentro del propio sistema, esto responde fundamentalmente a que gracias a su nueva condición de solvencia económica se convierten en una pieza clave del sistema de consumo capitalista. Todo aquello que aún así no ha sido posible sintetizar sufre un proceso de eliminación en el cual simplemente se encasilla como agente sin importancia.
Esta modernidad que impulsa el presente hacia el futuro de la globalizión, es fruto de un sistema que tiene como origen la idea de ilustración forjada en el antiguo régimen absolutista y legitimada por las políticas de los imperialismos coloniales  y por la influencia de la moral cristiana. Sin embargo, hoy en día, esta potente idea del Dios cristiano se ha transformado en un nuevo elemento que se manifiesta como un líder aún más poderoso, líder implacable que gobierna el nuevo imperio de la globalización pancolonial: el consumismo. Sin embargo se han producido una serie de movimientos, en protesta del devenir de un sistema que deja atrás cada vez más a las personas y el bien de la comunidad para abogar por el capital, como son la primavera árabe o el 15M entre otros. Que han ido aflorando durante el 2011 debido especialmente a la crisis económica acaecida en 2007, inicialmente a causa del hundimiento de Lehman Brothers. Estas corrientes compuestas por inconformistas inducen al cuestionamiento de conceptos e ideas pensadas habitualmente como inamovibles como es el caso de la idea nación-estado o de gobierno.
Todas estas ideas son visibles durante la visita a la exposición mediante el uso de obras como: Salomania (2009) de Renate Lorenz y Pauline Boudry, en la que se habla de la corporeidad de las personas ''otras'' (como en este caso de las personas transgénero, homosexuales o transexuales), a través de la imagen proyectada por el concepto colonial de lo exótico. O Analogue (Analógico, 1998-2009) de Zoe Leonard, que habla de la estandarización de los paisajes urbanos en la publicidad, los tipos de comercios, etc; como un paso decisivo hacia la globalización, una situación que nos catapulta directamente hacia el futuro.
En este nuevo tiempo en lo que todo es considerado parte de la norma. En el que incluso lo que tradicionalmente se pensaba como prácticas alternativas y/o críticas hoy en día son simplemente catalogadas como ''mainstream''. Exposiciones de este tipo que invitan al espectador a reflexionar sobre estos temas, ya que en muchas ocasiones, debido a la inmersión directa en el núcleo espacio-temporal de la problemática resulta complicado apreciar la dimensión de los cambios, por lo que son importantes y se han de tener en cuenta. Por ofrecernos un empujoncito para dar un paso hacia atrás y acercarnos con una perspectiva diferente a la realidad actual.
Catherine Proy




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