Palabras, palabras…
Artista: Antoni Muntadas.
Galería Moisés Pérez Albéniz. C/ Doctor Fourquet, 20.
Del 21 de enero al 18 de marzo de 2017.
Ana de Gracia Hurtado.
Antoni
Muntadas ofrece en la galería Moisés Pérez Albéniz una nueva perspectiva del
arte que siempre ha estado presente en su carrera. Este trabajo supone una
continuación de su producción en las últimas dos décadas, fundamentalmente de
las obras en las que ha investigado sobre las relaciones a nivel comunicativo: poder
y medios. La exposición junta una serie de obras nuevas junto con trabajos anteriores del artista que siguen la misma idea de trabajo. Palabras, palabras… se
interesa por la degradación de los términos de esos discursos. Discursos
destacados a partir de diez palabras claves: debate, democracia, demagogia,
ideología, miedo gobierno, transparencia, retórica, política y vanguardia.
Todas ellas necesarias para entender la exposición al completo, pero podría
haber elegido otras muchas más. La fachada de la galería decorada con el título
de la exposición, una obra que forma parte también de este proyecto, una
demostración de que el arte puede salir a la calle y buscar a la gente. Y en
función del contexto donde se exponen llegan a activar determinados
pensamientos en los transeúntes y llamar su atención. Ya lo dice esta
expresión: Una imagen vale más que mil palabras.
Es destacable como, el artista, utiliza el poder de la
palabra y la transforma en imagen, en obra de arte. Alterando las costumbres visuales
de la sociedad actual que se mueve a ritmo tan frenético, que lo quiere todo
instantáneamente y, para no perder así ni un solo segundo de vida, podríamos
decir, que la sociedad actual se alimenta de las imágenes, de titulares, de la brevedad hecha
información. Y que mejor manera de mandar un mensaje que siendo breve y
conciso. Un código que se deja ver enteramente en un primer momento y
progresivamente va desapareciendo de la escena, se evapora, se dispersa… como
si una bocanada de aire atravesara el cuadro, como si el viento se llevara las
palabras, como si las promesas que encierran sus significados volaran, dejaran
un vacío y quedara solo el rastro de lo que fueron y no llegaron a ser. Que
según el uso que se les quiera dar, como vemos a los medios de comunicación o
los órganos de poder, y dependiendo como se aprovechen de ellas, cómo decidamos
que influyen en nuestro vocabulario y forma de expresarnos obtendremos unos
resultados más satisfactorios o no.
La palabra es la herramienta de la que se vale la política y
sus miembros, así como los medios de información. La palabra es algo que no se
debería usar alegremente, y muchos menos valerse de ellas libremente y usarlas
sin ton ni son porque llegarían a perder su significado original, y es aquí
donde se podría destacar como ejemplo, dado por Muntadas, la palabra:
Democracia. Cada ciudadano tiene el poder de usar el lenguaje para manifestar
todo aquello que quiera o que necesite. Al igual, el mundo de la política se
vale también de la palabra, pero en este caso, para contar al pueblo lo que
esperan oír, porque al fin y al cabo la palabra no es más que un elemento de
persuasión y de comunicación de una serie de ideas. La deconstrucción de
significados, a base de repeticiones, tiene como objetivo final que la palabra
mute o desaparezca hasta que nos deje de pertenecer. Crea un vínculo entre dos
partes, un receptor y un emisor, creando un proceso de comunicación y
transmisión de información. Podríamos
estar hablando de un arte contaminado, donde se deja fuera el color, la
técnica, su función primaria y se transforma en lenguaje escrito, se desvincula
en cierta manera del uso de la imagen para transmitir unas sensaciones. Las
palabras son utilizadas como un medio para una deseable o posible transformación
de quien las recibe.
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