martes, 21 de febrero de 2017

¿Qué es más importante, lo qué se dice o quién lo dice?


Palabras, palabras…
Artista: Antoni Muntadas.
Galería Moisés Pérez Albéniz. C/ Doctor Fourquet, 20.
Del 21 de enero al 18 de marzo de 2017.
                                                                                            Ana de Gracia Hurtado.
 Antoni Muntadas ofrece en la galería Moisés Pérez Albéniz una nueva perspectiva del arte que siempre ha estado presente en su carrera. Este trabajo supone una continuación de su producción en las últimas dos décadas, fundamentalmente de las obras en las que ha investigado sobre las relaciones a nivel comunicativo: poder y medios. La exposición junta una serie de obras nuevas junto con trabajos anteriores del artista que siguen la misma idea de trabajo. Palabras, palabras… se interesa por la degradación de los términos de esos discursos. Discursos destacados a partir de diez palabras claves: debate, democracia, demagogia, ideología, miedo gobierno, transparencia, retórica, política y vanguardia. Todas ellas necesarias para entender la exposición al completo, pero podría haber elegido otras muchas más. La fachada de la galería decorada con el título de la exposición, una obra que forma parte también de este proyecto, una demostración de que el arte puede salir a la calle y buscar a la gente. Y en función del contexto donde se exponen llegan a activar determinados pensamientos en los transeúntes y llamar su atención. Ya lo dice esta expresión: Una imagen vale más que mil palabras.
Es destacable como, el artista, utiliza el poder de la palabra y la transforma en imagen, en obra de arte. Alterando las costumbres visuales de la sociedad actual que se mueve a ritmo tan frenético, que lo quiere todo instantáneamente y, para no perder así ni un solo segundo de vida, podríamos decir, que la sociedad actual se alimenta de las  imágenes, de titulares, de la brevedad hecha información. Y que mejor manera de mandar un mensaje que siendo breve y conciso. Un código que se deja ver enteramente en un primer momento y progresivamente va desapareciendo de la escena, se evapora, se dispersa… como si una bocanada de aire atravesara el cuadro, como si el viento se llevara las palabras, como si las promesas que encierran sus significados volaran, dejaran un vacío y quedara solo el rastro de lo que fueron y no llegaron a ser. Que según el uso que se les quiera dar, como vemos a los medios de comunicación o los órganos de poder, y dependiendo como se aprovechen de ellas, cómo decidamos que influyen en nuestro vocabulario y forma de expresarnos obtendremos unos resultados más satisfactorios o no.

La palabra es la herramienta de la que se vale la política y sus miembros, así como los medios de información. La palabra es algo que no se debería usar alegremente, y muchos menos valerse de ellas libremente y usarlas sin ton ni son porque llegarían a perder su significado original, y es aquí donde se podría destacar como ejemplo, dado por Muntadas, la palabra: Democracia. Cada ciudadano tiene el poder de usar el lenguaje para manifestar todo aquello que quiera o que necesite. Al igual, el mundo de la política se vale también de la palabra, pero en este caso, para contar al pueblo lo que esperan oír, porque al fin y al cabo la palabra no es más que un elemento de persuasión y de comunicación de una serie de ideas. La deconstrucción de significados, a base de repeticiones, tiene como objetivo final que la palabra mute o desaparezca hasta que nos deje de pertenecer. Crea un vínculo entre dos partes, un receptor y un emisor, creando un proceso de comunicación y transmisión de información.  Podríamos estar hablando de un arte contaminado, donde se deja fuera el color, la técnica, su función primaria y se transforma en lenguaje escrito, se desvincula en cierta manera del uso de la imagen para transmitir unas sensaciones. Las palabras son utilizadas como un medio para una deseable o posible transformación de quien las recibe. 

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