miércoles, 15 de febrero de 2017

Ficciones y territorios del caos

Beatriz R. Espinosa Martín

Ficciones y territorios: Arte para pensar la nueva razón del mundo.
Museo Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofía
Comisario: Cristina Cámara, Manuel Borja- Villel, Beatriz Herráez, Lola Hinojosa y Rosario Peiró.
Del 26 de octubre al 13 de marzo de 2017


¿Recuerdan el taller de Francis Bacon? Pues esta exposición haría las delicias de los amantes del caos. La muestra está dividida en ocho secciones en las que se exhiben piezas adquiridas por el museo, y que forman en su conjunto una acumulación de obras desde la década de los 80 hasta los inicios de la primera década del siglo XXI. Se pretende conseguir un resultado demasiado ambicioso por su complejidad, ya que se reúnen un gran número de obras, artistas y numerosas ideas.

El planteamiento central sobre la gira la muestra es el cuestionamiento del Estado- nación moderno y su decadencia frente al mercado global. El sistema neoliberal aboga por la autorregulación de la economía, se preservaba la total libertad de un mercado que cada vez se hacía más cerrado y autoritario. Esta exposición pretende mostrar un sistema decadente en el que importa el aquí y el ahora, y  todo se convierte en una mercancía como demuestran las ciudades actuales basadas en el capitalismo y el consumo. Para ejemplificarlo, utilizan el caso español, y muestran las transformaciones sociales y la especulación inmobiliaria de la Barcelona post- olímpica y de algunos barrios madrileños como es el caso de la obra de H. Haacke, consistente en una serie de fotografías de las calles abandonadas del ensanche de Vallecas,  fruto de la época de máxima efervescencia de la burbuja inmobiliaria.

El recorrido continúa en una sala dedicada a los territorios no gobernados, todos ellos espacios en conflicto originados por el cuestionamiento de su condición y legitimidad como Estados independientes y la definición de sus fronteras. Personalmente, me parece interesante la variedad de soportes que se concentran en este espacio, y que permiten dar una visión más amplia al espectador de esa alteridad negada.

En 'Analogue', Z. Leonard documenta algunos de los efectos de la globalización en el paisaje comercial a través de la acumulación de fotografías (más de 400) de tiendas cerradas, escaparates, puestos de mercadillos, carteles de publicidad, estantes de tiendas, etc. La decisión del artista de hacer su obra en analógico es una critica a la obsolescencia tecnológica, usando también herramientas como la repetición y la acumulación para reiterar la idea de caducidad inmediata del mundo contemporáneo.


La exposición continúa, con una serie de espacios, entre los que personalmente no puede establecer una conexión clara, ya que no encontraba entre ellos elementos comunes o de continuidad, lo que hace que se desvíe la atención del espectador por esa multitud de espacios inconexos entre sí, lo que provoca que resulte una exposición confusa y larga, que toca superficialmente los temas y termina siendo frívola en vez de crítica.

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