Borrador para una exposición sin título (cap.II). Cabello/Carceller
Centro de Arte Dos de Mayo
Exposición del 20 de enero al 7 de mayo de 2016.
Rocío Martínez Martínez
La exposición que nos presenta el
Centro de Arte Dos de Mayo está comisariada por Manuel Segade director de dicho
centro y coproducida con el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. Las obras que
se muestran pertenecen a una selección variada que han realizado a lo largo de
su carrera las artistas Helena Cabello y Ana Carceller colaboradoras desde los
años noventa, cuyo trabajo se centra en la crítica de los modos de
representación hegemónicos evitando con ello en sus obras, lo que entendemos
como “académico” por ello nos muestran un espacio teatralizado, con
fotografías, obras performativas y audiovisuales, donde actrices representan
papeles de una forma muy diferente caracterizada sobre todo por la sobriedad.
Con sus obras, quieren crear un
discurso cronopolítico y dar a entender que sus trabajos más antiguos también
forman parte de sus obras más actuales, que no tienen principio ni fin, con un
camino cuyo inicio en la exposición es una serie de referencias bibliográficas,
con una cronología subjetiva, que tienen que ver con hitos importantes dentro
de la historia del género comenzando en 1586, donde el espectador va
contextualizando hechos pero al entrar
en la exposición, se encuentra con un doble juego ya que aparecen las obras
mezcladas, sin seguir un orden cronológico contrastando obras más antiguas y
más recientes, enfrentándolas y cambiando con ello, en muchos casos, sus
significados y la forma de llegar al espectador. Para crear estas obras se
sirven de mujeres en la mayoría de los casos, que componen performance u obras
fotográficas aludiendo a personajes masculinos conocidos, algo que es de gran
interés debido a que son ellas mismas, las que eligen el personaje que quieren
interpretar, tratando de representar con ello los roles del género y a la vez,
creando conflictos de identidad. Con ello también nos muestra la lucha de la
comunidad LGTB en España convirtiéndolo en un tema de alteridad ya que según el
tipo de público se puede sentir como mero espectador. Un ejemplo de esto,
aunque bastante radical, es la obra que nos muestra hasta cien nombres de
personas que han sido víctimas de violencia por su condición homosexual.
Respecto a cómo está montada la
exposición, a modo de retrospectiva, se puede decir que acerca al público a la
obra de las artistas de una forma muy directa, debido a que la exposición está
organizada a través de bloques temáticos, con temas transversales donde el
espectador recorre las salas pudiendo observar en ellas la evolución de su
trabajo. Es una exposición muy dinámica, con fotografías y vídeos donde podemos
encontrar performance que, a mi parecer, hacen entender al espectador de una
forma muy visual los conflictos tanto políticos como sociales que las artistas
han tenido que atravesar a lo largo de su carrera. Además, pone al espectador
en una situación de lucha y crítica, para que así pueda entender y revisar los
movimientos feministas desde los años setenta. A mi parecer, el problema
de la gran densidad de obras es que
puede llevar, en algunos momentos, a perder un poco la intención del discurso
ya de sí complejo, debido a que tiene temas comunes pero en diferentes
secciones de la exposición. Pero lo que sí es evidente, es que el espectador
meditará en torno a todo el conjunto de obras que se muestra debido a que el carácter
del trabajo de Cabello/Carceller dialoga a la perfección con el público de una
forma muy crítica.
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