Borrador de una exposición sin título (cap. II).
Cabello / Carceller
Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) - Móstoles.
Desde el 20 de enero hasta el 7 de mayo de 2017.
Ana de Gracia Hurtado.
Borrador para una
exposición sin título (Cap. II) es el resultado del trabajo, un proyecto
artístico centrado en la crítica a la cultura visual hegemónica en cuanto al
género y a la construcción de la identidad a través de la imagen. A lo largo de
su carrera estas artistas han combinado una obra multidisciplinar partiendo de
su doble relación laboral y sentimental. El Centro de Arte Dos de Mayo
(Móstoles) abre su espacio a una muestra dedicada a las artistas Cabello/Carceller:
Helena Cabello, París, 1963, y Ana Carceller, Madrid, 1964.
En los últimos años se busca la deconstrucción visual de las
jerarquías sexuales dominantes, estructuradas en binomios: hombre/mujer;
masculino/femenino; hetero/homosexual. Esto solo suponía una simplificación y
una restricción de la libertad sexual de los individuos. En la obra del dúo
artístico Cabello / Carceller encontramos una reflexión acerca de las
relaciones entre mujeres, la representación del deseo y la masculinidad femenina.
Si centramos la idea de la exposición en el tema del género y sus conflictos, e
incluso podemos llegar a ver como los estereotipos en pleno siglo XXI siguen
existiendo, y como lo “normal”, lo “políticamente correcto” domina la realidad
mundial. En mi opinión con esta exposición se pretende mostrar las
posibilidades (¿infinitas?) que podemos encontrar respecto al tema del género.
Para ello debemos hablar del género como un espectro. Un concepto que no es solamente
binario, no es hombre o mujer, ni él o ella, y tenemos que dejar de hablar
sobre esto como si solo existiesen estos dos departamentos. El género es
complejo y presenta infinitas posibilidades. Sin embargo, nuestra sociedad
esconde e ignora la complejidad del género y de la identidad. Desde que nacemos
se nos asigna un género y se nos dice que no hay más que eso. Pero no es así y
tenemos que empezar a comportarnos como corresponde. Como ejemplos podemos
observar estas obras de Cabello / Carceller:
En Autorretrato como
fuente vemos dos espaldas reflejadas en el espejo de unos urinarios
públicos. Dos figuras aparentemente masculinas orinan sin que podamos ver sus
genitales. Por este motivo dudamos. No sabemos con certeza si se trata de dos
hombres, un hombre y una mujer o dos mujeres. Se podría dar el caso de que una
mujer, no necesariamente lesbiana, puede ser lo suficientemente masculina como
para entrar en unos aseos públicos de hombres y orinar sin levantar sospecha.
Entonces las jerarquías que unen sexo y género se vienen abajo. La masculinidad
no se refleja simplemente en el órgano reproductor, ni muchos menos en la
longitud o el estilo del corte de pelo, ni en la manera de vestir, sino que
todo esto se basa en toda una serie de factores que condicionan las relaciones
de autoridad entre los distintos sexos.
En Espacios de poder
varias mujeres interpretan papeles masculinos extraídos de películas como Rebelde sin causa o Las crónicas de Riddick. Ahí se observa un poco como la forma de
construcción o de acercarnos nosotras a los cuerpos y a los espacios es también
la forma en la que Hollywood se acerca fragmentando realidades. Estas fotografías
dejan ver la creación de la virilidad estereotipada cinematográfica y, a su vez,
demuestran cómo una mujer puede mostrar el
mismo rango de poder que un hombre. De este modo se pretenden superar
las estrictas categorías de masculino y femenino dejando ver al género como una
copia de un original. La masculinidad femenina lejos de ser una imitación de la
masculinidad nos hace entrever una la masculinidad podríamos decir
"verdadera", que ha sido construida casi a voluntad. Los elementos rechazados
por esa masculinidad dominante son recogidos para hacer que ella parezca real y
la auténtica.
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