martes, 7 de marzo de 2017

Piedra, papel o tijera


 Galería Espacio Mínimo, Museo Geominero, Feria de Arte Contemporáneo ARCO 

Zoom In, Moving Stones, 25 People on 25 Hills 

21 de Enero al 11 de Marzo y en ARCO del 22 al 26 de febrero 

Maider López 



Maider López en esta exposición trata de hacer apología de los pequeños detalles, de resaltar cómo nos encontramos sumergidos en un mundo construido a base de carteles luminosos, en una eterna competición capitalista en la cual siempre gana el espectáculo, donde el ser humano observa a través de una pantalla… Trata de fijar la mirada del espectador en un punto fijo del paisaje que, sin su ayuda, probablemente habría pasado desapercibido para nosotros, abrumados por una belleza tan amplia y aplastante, incapaces de apreciar individualmente la belleza de cada uno de los elementos que construyen la escena.

La artista recorre las montañas y valles de la Capadocia, y es aquí donde se produce su obra, donde lleva acabo su acción, la inclusión en el paisaje de azulejos que plasman los colores del mismo, reubicándolos de forma que altera la visión que hasta ese momento teníamos de ese lugar en concreto. Otra acción producida por la artista consistía en alterar el ecosistema mediante un leve cambio de la ubicación de ciertas piedras, siempre con una exacta documentación geográfica que podemos encontrar en el espacio expositivo. Se trata de un intento de captar la esencia de la naturaleza a través de los colores y los sentimientos que estos nos producen, de observar la belleza de los pequeños detalles frente a la inmensidad que nos rodea.

López trata de unir elementos representativos de distintas situaciones geográficas en un punto fijo, un espacio expositivo, para así poder observarlo con detenimiento. El problema es que la exposición está dividida en tres emplazamientos distintos, en la galería Espacio mínimo, en el Museo Geominero y también en un stand de la feria de arte contemporáneo ARCO, por lo que tienes que recorrer la ciudad de Madrid entera para ver la exposición en su totalidad, creando una incoherencia a la hora de trasmitir el mensaje de la artista. También es remarcable cómo se intenta acercar la naturaleza a un espacio cerrado, tratando de crear una obra Land art, sin embargo, al traer como obra los azulejos que imitan los colores en vez de elementos auténticos y propios del lugar al que se nos quiere acercar, la obra se convierte en un conjunto de elementos de estilo conceptual, por lo que el público puede quedar desconcertado al encontrar fotografías y azulejos en lugares aparentemente aleatorios de la galería sin llegar a entender muy bien el por qué.

Las acciones de la artista en la naturaleza autóctona pueden tratarse a su vez de una crítica sobre el sangriento comportamiento del ser humano hacia nuestro planeta, deforestando los bosques, contaminado los mares, el aire que respiramos, todo por intereses económicos, modificando la tierra en la que vivimos, hasta que finalmente nuestra especie quede reducida a polvo, o quién sabe, puede que a un azulejo.

Podríamos decir que las claves de la obra de Maider López son la arquitectura, el paisaje y la acción, tanto de la artista como del espectador, dado que no solo forma parte de la exposición la naturaleza terrestre, también analiza la convivencia de seres humanos en un entorno determinado, factor imprescindible en la creación de un hábitat. Por lo que también debemos resaltar e gran trabajo previo realizado antes del viaje, investigando el ecosistema y creando un catálogo de colores de la zona.

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