martes, 7 de marzo de 2017

La piedra filosofal de Maider López

Maider López. – Zoom In y Moving Stones
21 enero – 11 marzo, 2017
Galería Espacio Mínimo en C/ Doctor Fourquet, 17, (28012) Madrid
21 enero – 11 marzo, 2017
Museo Geominero en C/ Ríos Rosas, 23, (28003) Madrid
Elena Revilla López

            Todo parecería indicar que Madrid, durante los meses de enero, febrero y marzo, se ha convertido en una feria de geología. Pero no, en este caso no han sido profesionales de lo pétreo quienes nos han mostrado el camino hacia todo un inédito imaginario de diversos paisajes, esta vez el honor corre a cargo de la artista Maider López (San Sebastián, 1975). Su obra, la cual nos tiene acostumbrados a ver cómo interviene en todo tipo de espacios, hará acto de presencia entre las colecciones de rocas, minerales y fósiles del Museo Geominero con Moving Stones / Piedras en movimiento, la galería Espacio Mínimo con Zoom In e incluso entre el bullicio de la multitudinaria ARCO con 25 People on 25 Hills, 25 People on 1 Hill. Todas las obras recogidas muestran instantáneas que acercan al espectador las zonas recónditas e inimaginablemente bellas de la región histórica turca de la Capadocia. Las fotografías de la artista nos enseñan otras formas de tantear y estudiar aquello que nos rodea, prestando más atención (o enfoque, en términos más parejos a las muestras) a un aspecto determinante: el color. A veces olvidado o que pasa desapercibido teniendo en cuenta la gran influencia del mass media en nuestra sociedad, donde nuestro propio dispositivo móvil o smartphone ya nos permite hacer fotografías sin límites o sin dedicar una breve pausa para su posterior visualización. Aquí radicará la importancia de estos proyectos de Maider López, pues el visitante podrá sentir más de cerca paisajes que normalmente encuentra extremadamente lejanos, a excepción de nuestro ejemplo peninsular de la estepa aragonesa de Los Monegros, claro.

            Tras visitar ambas exposiciones, asimilo y veo la buena intención y posterior éxito del trabajo de Maider López, sobre todo en su trasfondo más perverso dónde se puede llegar a vislumbrar cómo actualmente el ser humano sigue con la dichosa manía de alterar todo lo que toca, en la mayoría de las ocasiones incluso con premeditación y alevosía. Pero es así, es una verdad universal que no podemos vivir quietos, inmóviles o sosegados ante el transcurrir natural de todo aquello que envuelve y rodea nuestra burbuja, siempre destacamos por tener una gran manía por modificar, palpar, cambiar y transformar. Era de esperar que la naturaleza no se quedase al margen de todo esto, y si no que se lo digan al Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar en la costa de Almería, que a día de hoy desde hace más de catorce años todavía sufre su desgaste con el esqueleto del famoso Hotel El Algarrobico. Sin embargo, pese a estar totalmente suspensos en conservación, por suerte algunas veces, encontramos una flor entre los escombros, o al menos pienso en esa metáfora mientras observo algo incrédula la pieza Columna, un veraz reflejo del estudio que refleja nuestro torpe paso por el mundo.

            “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos”, o eso es lo que nos intentó enseñar Antonio Machado en sus Cantares. Este sendero a veces puede estar muy nítido y otras, como vemos en Zoom In, algo borroso. Sin saber todavía cómo, me pierdo, no consigo captar el por qué de las obras expuestas. Me siento desubicada y desconcertada como Dorothy cuando insistía a la Bruja del Norte acerca de qué senda seguir y esta le respondía que siempre siguiese el camino de baldosas amarillas. Maider López con su proyecto nos ha puesto el camino de los azulejos de colores para captar mejor esa máxima expresión del paisaje en sus fotografías como símbolo de su piedra filosofal. Desgraciadamente, yo no he conseguido encontrarla, eso sí, animo al visitante a que no cese en su búsqueda.

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