martes, 7 de marzo de 2017

Caminar es un arte


Zoom In y Moving Stones

Galería Espacio Mínimo y Museo Geominero
(21 de enero al 11 de marzo de 2017)

Inés Flórez Lancha





Cuando estoy en el campo, deseo vegetar como las plantas. Debemos estar dispuestos a recibir todo tipo de impresiones y dejar que los pensamientos adquieran el color de lo que vemos. William Hazlitt en Caminar.

La propuesta de Maider López recogida en Espacio Mínimo y el Museo Geominero, resulta de especial interés para todo amante de la naturaleza. Pero no solo eso, a pesar de la simplicidad aparente de la obra, el significado de sus acciones van mucho más allá, queriendo cuestionar el impacto que tiene el hombre sobre el lugar en el que vive, la huella que deja en las zonas por las que pasa y cómo reacciona el espacio ante esta intromisión. La artista reitera además, en el deleite casi sagrado que experimenta aquel que camina.

La exposición juega con fotografías de paisajes, resultado de esos recorridos que realiza por los valles de Cappadocia, con los colores. De sus obras extrae los elementos y se queda con el color que predomina en ellos. Así, se verán piezas de diferentes tonalidades cromáticas en la exposición, tanto en diálogo con las obras, como en las mismas fotografías. Fruto de esto se crea un espacio armonioso y al mismo tiempo ayuda al espectador a mirar a través de los ojos de la artista. Es posible ver los colores que ella ve en la naturaleza, de manera que una vez visualizados es difícil focalizar la atención en otro elemento de la fotografía. Maider López dirige la mirada hacia aquello que quiere resaltar y lo hace de forma sutil pero recurrente. Resulta novedoso y atractivo especialmente por esto, y es que no se trata solo de imágenes de paisajes al uso, sino que son casi una intromisión en la naturaleza y un diálogo con ella.

Esta última idea se hace más patente en la segunda parte de su exposición, que tiene lugar en el Museo Geominero. Moving Stones reitera en esa comunicación entre el hombre y su espacio, pero esta vez de manera más directa. La artista participa activamente en la naturaleza y la altera para mostrar ese pequeño o gran impacto que puede tener el hombre sobre su entorno. Su acción es tan sencilla como ingeniosa, basada en mover piedras de un lugar a otro y mostrando al mismo tiempo las coordenadas de la ubicación inicial y final del elemento. El resultado son fotografías del antes y el después de la acción. Resulta especialmente interesante porque las fotografías se insertan en un espacio donde los minerales se convierten en objeto de estudio, y la ubicación de las mismas se alterna con las vitrinas de éstos.

Esta exposición invita al espectador a agudizar su mirada, a ver lo grande y lo pequeño, y a deambular por la naturaleza de un modo diferente. El paisaje se convierte en un espacio de creación donde el caminante tiene un papel de artista, que desempeña principalmente a través del color. La idea del “caminar” bajo esa mirada artística se remonta a tiempos atrás, muchas veces relacionada con la metáfora de la vida y la reflexión, lo que se deduce de la expresión “Homo Viator”, o la figura que vaga por la ciudad como el flâneur. Son innumerables las reflexiones sobre el tema del paseo y del caminar. El propio Cervantes enaltece esa idea del caminar con el “andante” Don Quijote, sin embargo también se pueden citar a otros escritores como Karl Gottlob Schelle, William Hazlitt o Henry David Thoreau. Zoom In entronca con esta larga tradición que considera el caminar como una experiencia artística y espiritual, donde uno es capaz de dialogar consigo mismo y con el espacio que le rodea.

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